Cada día me convenzo más de que todo es cuestión de actitud. De que hay que tratar de ver siempre el lado positivo de las cosas. De que cuando tu actitud es buena todo parece salir mejor, como más rodado. A veces es difícil. Caer en la queja es taaaaan fácil. Y lo dice una quejica profesional ;P
En este mundo tan cambiante y con la situación que tenemos en el país, y la mía personal, las cosas suceden como si tuviesen vida propia y no como yo las planifico, o al menos lo intento. Poco a poco me doy cuenta de que eso permite abrir nuevos caminos que quizás yo no habría abierto o no se me hubiese ocurrido explorar. No sé a dónde llevan. Seguramente no al lugar al que yo quisiera a priori. O sí. O quizás lleven a un sitio mejor, quién sabe.
Al final se trata también de disfrutar el camino, el viaje. Esta mañana pensaba en eso mientras estaba en el curso que estoy haciendo y he dibujado este corazón bonito y dulce. Porque todo se ve mejor desde un corazón bonito y fuerte. Y así me quiero sentir la mayor parte del tiempo. Y así quiero hacer sentir a los que me rodean.
Bonito, dulce y fuerte. ¡No son adjetivos incompatibles! ¿Lo podemos en práctica? :)
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