Porque a veces hay que poner los pies en las nubes

A veces hay que poner los pies en las nubes. Dar la vuelta a las cosas. Mirar las cosas del revés. Nadar por el cielo y respirar el agua. Oler la lluvia, mirar el viento.

A veces, simplemente, hay que soñar. Aunque parezca que nada tiene sentido.

Porque son nuestros sueños y nuestras pequeñas imperfecciones las que nos hacen únicos.

Irrepetibles.